(Imagen obtenida de: www.pinterest.com)
Tal vez sea una de las tipografías más odiadas entre los diseñadores, pero esto no se debe a la falta de calidad, ya que es muy legible incluso en tamaños pequeños; sino al mal uso y en muchos casos al uso abusivo que hacen de la fuente.
Fue creada por Vicent Connare para un software que estaba implementando Microsoft. Inicio en 1994 inspirado en comics de DC y Marvel como, se basó en el espacio programado para Times New Roman pero trató de imitar el trazo manual y las mayúsculas que se utilizaban en los comics.
Como resultado del proceso de análisis y esbozos, nació la Comic Sans, diseñada con una serie de características que hacen de ella una tipografía muy peculiar y distintiva. Sus rasgos son bastante reconocibles gracias a sus trazos redondeados que imitan a los de un rotulador, a la inclinación variable y el espacio desigual entre las letras. Estas particularidades hacen que el público vea a la Comic Sans como una fuente inmadura, infantil, inestable y divertida.
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En un principio se iba llamar Comic Book, pero su ausencia de serifs le dio su nombre actual, Comic Sans. Fue incluida en las versiones de Microsoft 95 OEM y Plus, Publisher e Internet Explorer. Su gran expansión al venir por defecto en los sistemas operativos de Microsoft y Apple hizo que apareciera por todos lados, e incluso el propio creador reconoció que estaba cansado de ir a restaurantes y verla en la carta del menú.
La Comic Sans también ha sido objeto de análisis y estudio, en internet se puede acceder a reflexiones sobre su uso como las de Enric Jardí que cuestiona ciertos elementos que componen su diseño afirmando que: Realmente, hay razones objetivas para decir que la Comic Sans es una mala letra; David Kadavy, autor de Design for Hackers compara la Comic Sans con otras tipografías como la Helvetica y la Garamond. Este, apunta que la principal razón por la que la Comic Sans no es una tipografía legible es la falta de uniformidad en la distribución de pesos visuales que dificulta la lectura en el bloque de texto. Por tanto es poco aconsejable para textos largos e impresos.
A pesar de que es una tipografía con muchos enemigos, hay quienes la defienden. Especialmente por ser una fuente perfecta para disléxicos. En general, las personas que sufren esta anomalía se sienten más cómodas leyendo tipografías que imitan el trazo manual para evitar confusiones en ciertas combinaciones como “oa” y “oo”; “rn” y “m”. Al parecer la Comic Sans cumple con este requisito. Tanto es así, que se han diseñado tipografías basándose en ella con este objetivo, como por ejemplo la Lexia Readable.
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Conclusiones
El uso excesivo y la fácil disponibilidad de la tipografía ha hecho que la popular tipografía sea vista como informal, inmadura, infantil e inestable; a pesar de que en muchos casos es recomendable para disléxicos por su legibilidad en pequeños tamaños.
Desde su creación, esta fuente se ha utilizado hasta la saciedad; lo que ha desarrollado fobias y cientos de opositores, así como comentarios positivos; incluso existen páginas en la red en contra y a favor de la tipografía.
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Referencias bibliográficas
http://www.mimografico.com/comic-comic-comic-sans-hablemos-de-tabues-en-el-especial-mundo-del-diseno-grafico/
https://graffica.info/comic-sans-origen/
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